Jesus Delgado Valhondo

jesus_delgado_valhondoJesús Delgado Valhondo, nacido en Mérida en 1909 de padre notario, se traslada tras la muerte de éste a Cáceres en donde cursa estudios de Farmacia y Magisterio. En Trevejo, su primer destino como maestro, se encuentra frente a frente con la soledad, el aislamiento, el hombre, el campo, Dios, la muerte, el tiempo.. (argumentos fundamentales de su literatura) y comienza su andadura poética; Canciúnculas, compuesto de 1930 a 1935, Las siete palabras del Señor, compuesto en 1935, Pulsaciones, compuesto de 1935 a 1940 (editados en Poesía Completa -1930-1993-, Edición, introducción y notas de Antonio Salguero Carvajal.. Editora Regional de Extremadura. Badajoz. 2003.)

Sancionado por ser republicano al estallar la guerra civil, sufrió diferentes traslados forzosos dentro de Extremadura, lo que no supuso impedimento para realizar su labor como maestro y practicante, dejando huella en todos aquellos con los que tuvo contacto, a la vez que mantenía relación con los foros culturales más importantes del país y los autores más significativos de la época.

Sus inquietudes culturales desembocan en la edición de sus primeros libros de relatos, colaboraciones poéticas en diferentes medios nacionales, fundará revistas literarias junto a intelectuales extremeños (“Revista Alcántara” en Cáceres), participará en recitales poéticos, tertulias, ponencias y conferencias y se formará como articulista de prensa llevando a cabo una sección titulada “Notas breves de dentro y de fuera”.

Entre diferentes premios, reconocimientos, y siempre integrándose en los ambientes culturales locales, sin olvidar la conexión con sus contemporáneos de fuera de Extremadura, (con quienes mantendrá una estrecha relación personal y epistolar durante toda su vida) publicará en revistas de reconocido prestigio estatal y ediciones propias, su extensa bibliografía: Hojas húmedas y verdes. Alicante. Colección Leila, nº 6, 1944. El año cero. San Sebastián. Colección Cuadernos de Poesía Norte, nº 13, 1950. La esquina y el viento. Santander. Colección Tito Hombre. nº 11, 1952. La muerte del momento. Badajoz. Revista Gévora, nº 32, 1955. Canto a Extremadura. Badajoz. Revista Gévora, nº 34, 45. 1956. La montaña. Santander. Colección La Cigarra, nº 2, 1957. Aurora. Amor. Domingo. Badajoz.. Diputación Provincial, 1961. Incluido en la Primera Antología. El secreto de los árboles. Palencia. Colección Rocamador, nº 31, 1963. ¿Dónde ponemos los asombros?. Salamanca. Colección Álamo, nº 9, 1969. Canas de Dios en el almendro. Sevilla. Colección Ángaro, nº 23, 1961. La vara de avellano. Sevilla. Colección Ángaro, nº 40, 1974. Un árbol solo. Badajoz. Diputación Provincial, Institución Cultural Pedro de Valencia, 1979 -1ª edición.-, 1982 -2ª edición-. Entre la yerba pisada queda noche por pisar. Badajoz. Universitas, 1979 -1ª edición.-, 1993 -2ª edición-. Antología. Inefable domingo de noviembre. Cáceres. Institución Cultural El Brocense, 1882. Inefable noviembre. Algeciras. Colección Bahía, nº 16, 1982. Ruiseñor perdido en el lenguaje. Sevilla. Cuadernos Poéticos Kylix, nº 2, 1987. Los anónimos del coro. Badajoz. Diputación Provincial y Editora Regional de Extremadura, 1988. Poesía (1943-1988). Badajoz. Antología.. Diputación Provincial. Editora Regional de Extremadura, 1988. Huir. Badajoz. Del Oeste Ediciones, Colección Los libros del Oeste, nº 1, 1994.

Poeta intimista y narrador profundamente humano, buscó la sencillez y la profundidad en todo aquello que hacía y así nos dejó, en su faceta como narrador, cuentos y relatos incluidos en sus libros: Yo soy el otoño. Cáceres. Cuadernos Alcántara, nº 5, 1963. Cuentos y narraciones. Cáceres. Tipografía Editorial Extremadura, 1975. Ayer y ahora. Badajoz. Universitas, 1979. Cuentos. Badajoz. Diputación Provincial, 1986 -1ª edición.-, 1993 -2ª edición-. El otro día. Badajoz. Menfis editores, 1990.

Referente indispensable en la literatura actual, su poesía directa, sin artificios, vitalista y necesariamente divina, escrita íntegramente desde Extremadura y que hizo propios los temas universales de la poesía (la Naturaleza, el Misterio, la Soledad, el Tiempo, Dios, la Muerte, el Amor…) es actualmente considerado y valorado por la crítica como uno de los principales poetas de lengua hispana.

Jesús Delgado Valhondo murió en Badajoz en 1993, siendo lo que siempre fue, Maestro, dejando atrás un legado poético inmenso con un lenguaje propio y una calidad lírica indiscutible. Valga como biografía la que JDV escribió en la presentación de su libro “La vara de Avellano”.

UN HOMBRE CUALQUIERA

“Me llamo Jesús Delgado Valhondo porque me parece que no podía llamarme de otra manera. Nací en la ciudad de Mérida, de lo que me encuentro orgulloso. He vivido en Cáceres; ahora, en Badajoz. Soy Extremeño de pura cepa como mis padres, como mis hijos…
He rodado por pueblos. He tropezado muchas veces y me he caído. Me he levantado siempre. Unas, con dolor; otras, con pena; otras, con amargura. Después de una caída de éstas, nunca me he reído.
Y me he reído, algunas veces, de mí mismo. He llegado, incluso, a no tomarme en serio. Esto hace que tenga un fino humor, aunque padezco un genio de postín. No tengo enemigos, por lo menos declarados, y si los tengo deben ser imbéciles. Sin embargo tengo buenos y muchos amigos.
Creo en el pueblo, en el hombre- no en los hombres- y en Dios. Y en algunas pocas cosas más.
Me conozco a mí mismo y esto me trae disgustos y satisfacciones. Más disgustos que satisfacciones.
Duermo mal y sueño bien. Fumo mucho. Me encanta un vaso de vino bueno, hablar con un amigo, leer un libro interesante, jugar con mis hijos, oír a Beethoven… Y el cante jondo, claro.”

Fundación Jesus Delgado Valhondo

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